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En este espacio encontrarán recursos educativos digitales que permiten el abordaje didáctico de la prehistoria del Uruguay.
A partir de 2009 el Consejo de Educación Inicial y Primaria estableció la incorporación, en el Programa escolar, de una actualización de los orígenes, la existencia y la presencia de seres humanos en este territorio. (Consens, 2009).
La enseñanza de una nueva y real Prehistoria del Uruguay implica el proceso por el cual, los alumnos, a través del trabajo con los docentes, aprenderán a ver las diversidades, entender cómo se originaron nuestras raíces y fundamentar los procesos para aceptarlos y convivir con ellos. (Consens, 2009).
“Los nuevos aportes deben ser utilizados por los docentes no solo para enseñar nuevas y distintas formas de evitar rígidas clasificaciones de humanos, sino para incentivar en los niños nuevas perspectivas acerca de las diferencias, incentivándolos mediante preguntas durante la exposición de los nuevos planteos. Deberán ajustarse a los niveles y a las áreas donde habitan los niños, enseñándoles que los cambios y traslados en los humanos se produjeron entonces y se continúan hoy. Ello les permitirá apreciar y valorar con eficacia las inconmensurables capacidades y adaptaciones de los seres humanos a los cambios, que son las esencias de todas las culturas” (Consens, 2009: 9).
Referencias bibliográficas:
Consens, Mario. “¿Enseñar Prehistoria?” en Revista Quehacer Educativo nº 95, Montevideo, junio de 2009, pp. 7-17.
A partir de 2009 el Consejo de Educación Inicial y Primaria estableció la incorporación, en el Programa escolar, de una actualización de los orígenes, la existencia y la presencia de seres humanos en este territorio. (Consens, 2009).
La enseñanza de una nueva y real Prehistoria del Uruguay implica el proceso por el cual, los alumnos, a través del trabajo con los docentes, aprenderán a ver las diversidades, entender cómo se originaron nuestras raíces y fundamentar los procesos para aceptarlos y convivir con ellos. (Consens, 2009).
“Los nuevos aportes deben ser utilizados por los docentes no solo para enseñar nuevas y distintas formas de evitar rígidas clasificaciones de humanos, sino para incentivar en los niños nuevas perspectivas acerca de las diferencias, incentivándolos mediante preguntas durante la exposición de los nuevos planteos. Deberán ajustarse a los niveles y a las áreas donde habitan los niños, enseñándoles que los cambios y traslados en los humanos se produjeron entonces y se continúan hoy. Ello les permitirá apreciar y valorar con eficacia las inconmensurables capacidades y adaptaciones de los seres humanos a los cambios, que son las esencias de todas las culturas” (Consens, 2009: 9).
Referencias bibliográficas:
Consens, Mario. “¿Enseñar Prehistoria?” en Revista Quehacer Educativo nº 95, Montevideo, junio de 2009, pp. 7-17.